Según una reciente investigación de la Universidad de Harvard, los ácidos grasos omega 3 son una gran ayuda para prevenir y tratar la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

Los ácidos grasos omega-3 son un grupo de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y de cadena muy larga que se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados y mariscos, y en algunas fuentes vegetales tales como el aceite de soja, el aceite de canola, las nueces y las semillas de linaza.

Se cree que dos ácidos grasos pertenecientes al omega 3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), pueden beneficiar en gran medida a las personas con trastornos del estado de ánimo. Ya que más de 30 ensayos clínicos han probado diferentes preparaciones de omega 3 en personas con depresión, siempre con el fin de encontrar la mejor combinación de estos dos ácidos grasos.

¿Y cómo puede el omega 3 mejorar el estado de depresión?
Pues porque estos dos ácidos interactúan con moléculas relacionadas con el estado de ánimo dentro del cerebro y tienen acciones antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar la depresión.

También se cree que el DHA es menos eficaz como antidepresivo ya que puede tener efectos protectores contra el suicidio, por otro lado, en el trastorno bipolar los omega 3 pueden ser más efectivos para la fase deprimida que para la fase maníaca de la enfermedad.

Por último, se ha estudiado que los omega 3 también alivian o previenen otras afecciones psiquiátricas, incluidas la esquizofrenia, trastorno límite de la personalidad, trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno por déficit de atención.

Las dosis para la depresión irían desde menos de 1 gramo al día a 10 gramos al día, pero la mayoría de los estudios utilizan dosis entre 1 y 2 gramos.